Te veo venir de la espesura del viento
de ese espejismo que de la oscuridad brota
pero con dulzura que desbordas
al venir hacia mi con sedientas caricias.
Te veo venir tan pasivamente
y muy sonriente de esa soledad que te detiene
en ese silencio imaginado que se recrea y vive
en nuestro tiempo y que alborota
nuestros mas íntimos sentidos.
Consuelo Camorlinga Z.