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¿Recuerdas el lugar donde nos conocimos?.
Una playa lejana, de arenas verdes y de aguas claras.
Yo jugaba con las olas, mientras tú me mirabas,
y cuando alcé los ojos, quizá un poco asustada,
te miré sonriendo, inocente y hermosa,
y sentí que en mi cuerpo, florecían dos rosas.
Y oí tu voz callada, desde el fondo de tu alma,
gritando en el silencio... que me amabas.
Y por entre los dedos, como si fuera un pez,
casi sin darme cuenta, se escapó mi niñez.
Guardé todas mis muñecas y me pinté los labios
y dejé la inocencia colgada en el armario.
Y de regreso, sentados bajo un árbol, en aquel nuestro edén,
cogida de tu mano empecé a ser mujer.
En tu boca el reflejo de un rojo atardecer,
y en mi pecho la luna, queriendo crecer,
ya fuera de este mundo
... sentimos como nadie el amor florecer.
© Lunah Blanca
Fotografía: Present
Por: Stijn Dijkstra