No todos los Espías son Malévolos

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No todos los espías son malévolos,
no todos buscan tercamente entrar a saco en nuestras vidas.
Los hay también benévolos leales cuyas miradas nos protegen,
 contempladores cálidos, cercanos,
 que nos rescatan como por milagro 
de la claudicación o el desfallecimiento.

Espías de bondad cenital trasvisible 
que a veces sufren mutaciones y son árbol o grillo 
o banderola canto rodado o mástil mariposa 
gladiolo ciclón o enredadera.

Y así, desde todos los puertos y las puertas,
 desde todos los brazos y las brasas,
 serenos nos vigilan 
y no nos dejan traicionar
... ni traicionarnos.
(...)

Mario Benedetti
Las soledades de Babel
Inventario Dos