Llámame ...


                         Yo aguardo la señal para reconocerte.
(...)
Sin deseos, sin sed, sin perseguido abismo, 
sin que aceches y ofrezcas y arrebates, qué jardín ..  
.. dime tú, ¡qué jardín! se podría llamar paraíso o delicia.

Mi tentación hermosa, 
cada noche te busco, cada noche.
Y aguardo tu señal, transida ya de ti 
para reconocerte y entregarme...


Ana Rossetti