Poema 14

*
Tú estás aquí. Ah, tú no huyes. 
Ovíllate a mi lado como si tuvieras miedo.  
Hemos visto arder tantas veces el lucero besándonos los ojos, 
y sobre nuestras cabezas destorcerse los crepúsculos en abanicos girantes.

Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote. 
Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado.
Te traeré de las montañas flores alegres, 
copihues, avellanas oscuras y cestas silvestres de besos. 

- Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.

Pablo Neruda
(extractos)