Postrera Invocación

*
Al fin, 
dulcemente, 
dejando los muros de la fuerte mansión almenada,
el duro cerco de las cerraduras, tan bien anudado;
 la guardia de las puertas seguras, sea yo libre en los aires.

Con sigilo sabré deslizarme;
pon tu llave suave en la cerradura y, 
con un murmullo, 
abre las puertas de par en par ¡alma mía!

Dulcemente 
- sin prisa -
(carne mortal, ¡oh, qué fuerte es tu abrazo!
¡oh amor! ¡cuán estrechamente en tus brazos me tienes!)

Walt Whitman 



Fotografía de Nikolay Zharov