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Bien sabes tú que hay alguien que se encarga
de empozar ríos y amargar los mares,
alguien que punza y mezcla en los cantares
el brillo horrible, el ¡ay! de una descarga.
Así nos van las cosas...
A la larga, el amor se retira a los lugares
donde el tiempo a la nada erige altares
y la vida a la tuera más amarga.
Sólo los vencedores del olvido,
los que no besan nunca, los que callan entre puertas
(..) ellos tan sólo aguantan encendido su corazón
Mientras que a mí,
me estallan las venas en relámpagos
... sin verte.
Eladio Cabañero
Fotografía de Svetlana Belyaeva