Te voy enredando en un sólo gemido.
Tu cuerpo delirante se une al mío
bajo el hambre sudorosa de mi cuerpo
besas mi boca que anidan el silencio.
Escuchando el vació de cada gotas
que recorren toda la pasión que de mi sangra
desgarrándome la voz que por ti reclama
las mordeduras de tu boca que existan hasta el alba
Lame la historia de mi cuerpo
reconoce la hiel que por ti se derrama
bebe de mi vientre
por esta bendita herejía de entregar
lo que mi carne vierte.
Ven, teje sobre mi piel tu inocencia
de ser hombre que cruce el laberinto
de la inconsciencia.
Dame toda tu existencia
el ardiente suspiro de tu inclemencia.
Déjame convencerte
que el amor haremos
para siempre....
Rossy Valdivia