Nocturno ...

Estás en mí, esta noche, sin posible retorno,
sin un sólo recurso que me libre de ti.
Te siento en mi cintura como un estrecho abrazo,
te siento en mi garganta, donde tiembla tu voz.

Me siguen en la noche tus ojos insondables,
ese infinito océano, oscuro y abismal.
Me envuelve tu silencio, tu indefensa ternura,
tus largos aislamientos, tu tristeza tenaz.

Me salpica la boca el chorro de tu risa,
subes en oleadas constantes por mi piel.
No puedo defenderme del calor de tus manos,
ni de tu boca, ni de tu claridad.
Estás entre mis libros, mis antiguos papeles,
la música que amo, en mi viejo reloj.

Te enredas en mis versos, te bebes mis palabras...
Esta noche te siento subir por mi silencio
y siento que ya nada me queda por hablar.

No quiero que me envuelvas, pero tal vez lo quiero.
Estás en mí, esta noche, y ya no me defiendo;
arrásame la vida...

Isabel Rodríguez Baquero