Madrigal con un Rio

*
Tú, 
amor, 
que caminas como un beso andando vas por entre mis palabras;
es como si avanzaras separando las ramas azuladas de un jardín,
las verdes hojas trémulas de donde sale el viento.

Recorres el papel con mi escritura.
Y cuando escribo río, tú lo cruzas nadando y llegas 
y te extiendes en la arena dorada de otras sílabas radiantes
que en la orilla te esperan;
si escribo sed te acercas a mis labios
si cascada, aparece tu cintura,
si nido azul, palpita tu garganta,
y si palmera escribo, descansas a su sombra
(..)

Si alguien quiere tocar 
la brasa pura del amor en los años venideros,
que toque estas palabras
... donde brilla nuestro quemante beso,
para siempre.

Eduardo Carranza