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Me imagino de quién son estos bosques.
Pero en el pueblo su casa se encuentra;
no me verá parada en este sitio, ante sus bosques cubiertos de nieve.
Mi pequeño caballo encuentra insólito parar aquí,
sin ninguna alquería entre el helado lago y estos bosques,
en la noche más lóbrega del año.
Las campanillas del arnés sacude como si presintiera que ocurre algo…
Sólo se oye otro son; el sigiloso paso del viento entre los copos blandos.
- ¡Qué bellos son los bosques, y sombríos!
Pero tengo promesas que cumplir, y andar mucho camino sin dormir
... y andar mucho camino sin dormir.
Robert Frost