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No permitas que ese caballo se coma el violín,
gritó la mama de Chagall, pero él,
continuó pintando.
Y se hizo famoso
Y continuó pintando el caballo con violín en boca
Y cuando finalmente terminó,
saltó sobre el caballo y cabalgó
... agitando el violín.
Y entonces, con una pequeña reverencia,
lo dio al primer desnudo que su camino cruzó
... Y el violín tenía todas sus cuerdas rotas.
Lawrence Ferlinghetti