Poema XIV

*
No permitas que ese caballo se coma el violín,
gritó la mama de Chagall, pero él, 
continuó pintando.

Y se hizo famoso 
Y continuó pintando el caballo con violín en boca
Y cuando finalmente terminó,
saltó sobre el caballo y cabalgó
... agitando el violín.

Y entonces, con una pequeña reverencia, 
lo dio al primer desnudo que su camino cruzó

... Y el violín tenía todas sus cuerdas rotas.

Lawrence Ferlinghetti