Éxtasis

Lienzo embebido en ti es ahora mi cuerpo,
del todo desasido y sin otra envoltura que tu imagen.
En mí te llevo como si cargara sobrecogida sangre.
Sales de ti hacia el encuentro, génesis reciente,
y yo bebo y respiro tu exhalación, la rama de tu gozo.

Allí donde se forma el color de tus brazos enlazados
gira el anillo impar que me contiene.
Nadie me busque, nadie.
Soy tu vigilia,
me disuelvo, pequeña,
en la dulzura que tu pecho emana.
Soy tu sombra y la mía,
soy un desprendimiento de ti mismo.
Allí donde comienza esa felicidad sufriente y bella,
voy a tu encuentro. 
Me despojo de mí con un sacudimiento de 
aterrados manzanos.
Puedo en amor morir que seguiría
recorriendo la tierra con tus pasos,
en tus manos ahogada.

María Granata