Orillas del Sar II ...

Otra vez, tras la lucha que rinde y la incertidumbre amarga
del viajero que errante no sabe dónde dormirá mañana,
en sus lares primitivos halla un breve descanso mi alma.

Algo tiene este blando reposo de sombrío y de halagüeño,
cual lo tiene, en la noche callada, de un ser amado el recuerdo,
que de negras traiciones y dichas inmensas, nos habla a un tiempo.

Ya no lloro..., y no obstante, agobiado y afligido mi espíritu, 
apenas de su cárcel estrecha y sombría osa dejar las tinieblas
para bañarse en las ondas de luz que el espacio llenan.

Cual si en suelo extranjero me hallase,tímida y hosca, 
contemplo desde lejos los bosques y alturas
y los floridos senderos donde en cada rincón 
me aguardaba la esperanza sonriendo.

Rosalía de Castro