La Carta

*
Si escribo con símbolos tu nombre 
y cotidianamente te descubro, todo me lleva a ti.
Si en los rastros del viento, en los signos del agua te conozco,
eres para mí la imagen viva de una eterna presencia.
(...)
Aún me liga la cadena del tiempo, el misterioso jeroglífico,
el gesto inmemorial hallado en cada sello,
en cada fragmento de granito

Todo se transfigura y el tiempo se dilata,
se torna dúctil, susceptible al calor de la memoria.
Entonces pareces más cercano, 
como personificando un mito 
y vuelve a mi recuerdo aquella noche.

Que grandioso espectáculo cubriendo en horizonte
y entre besos de estrellas qué hondo aliento respiramos,
qué eternidad nos conmovió hasta el fondo.

Desde esta tierra americana
donde el sol y la lluvia se confunden,
donde los páramos, los montes se entrelazan
y las vorágines se crecen día a día,
desde este mundo joven te recuerdo
Y olvido la distancia
...  y las fronteras.

Cristina Maya
(extractos)