Dulce mi miel de besos siemprevivos,
alma de almíbar y manosusurros
Te amoro terriblesco de gozo fugitivo.
Todo se acaba y somos melarquía,
nos amamos, nos manos, nos imamos.
Másmás en la lactancia ambrosíaca,
drogadictos de mostos suculentos.
Seres labiales,
ningún otro opio no nos satisfará
... la boca calda.
Carlos Edmundo de Ory
Miserable Ternura
Fotografía: Barefoot in the clouds
Por: Dmitry Rogozhki
