Poema IX

*
Ebrio de trementina y largos besos, estival, el velero de las rosas dirijo, 
torcido hacia la muerte del delgado día, cimentado en el sólido frenesí marino.
Pálido y amarrado a mi agua devorante, cruzo en el agrio olor del 
clima descubierto, aún vestido de gris y sonidos amargos, y una cimera triste de 
abandonada espuma.
Voy, duro de pasiones, montado en mi ola única, lunar, solar, ardiente y frío, 
repentino, dormido en la garganta de las afortunadas islas blancas y 
dulces como caderas frescas.
Tiembla en la noche húmeda mi vestido de besos locamente cargado de 
eléctricas gestiones, de modo heroico dividido en sueños y embriagadoras rosas 
practicándose en mi.
Aguas arriba, en medio de las olas externas, tu paralelo cuerpo 
se sujeta en mis brazos como un pez infinitamente pegado a mi alma, 
rápido y lento en la energía subceleste.

Pablo Neruda



Trabajo gráfico y digital: Unrequited
Por: Kristen Marie