Dentro, en tus ojos,
donde calla y duerme un palpitar de acuario submarino,
quisiera - licor tenue al difumino - hundirme, decantarme
... adormecerme.
Y a través de tu espalda, pura, inerme,
que me trasluce el ritmo de andantino de tu anhelar,
si en ella me reclino, quisiera trasvasarme y extenderme.
Multiplicar mi nido en tus regazos innumerables, que al cerrar los brazos
no encontrases mi carne, en ti disuelta.
Y que mi alma, en bulto y tacto vuelta, te resbalase en torno,
transparente como tu frente, amor
... como tu frente.
Gerardo Diego