Entre el Tiempo y la Nada ...

Siguiendo en el tiempo supuse imbatible,
surcar las paredes de la lejanía.
Conclusión muchas veces,
de confundir lo planeado, con lo que llegaría. 

Solo… entendí que planear no es recibir.
Acompañado… que oír no es admitir.
Desgastado… que quien hoy pierde, siempre revive.
Soñador… todo es un triunfo de la ilusión.

Intente todas las veces cambiarme,
callar en cautela un grito sin alivio,
espasmo quizás, miedo total,
en verme sin nadie, navegando el destino.

Enseña cada tropiezo grabado muy adentro,
de sorpresas venidas a cuestas,
no resignadas para ser descritas,
en la charla en que se olvidan y solo se cuentan.  

Lloré y lo acepto, susurrando apatía
consolando en acciones que heridas dejarían,
de planes insulsos que caían en correría,
abriendo verdades sonadas ya te lo decía.

Gaste en el tiempo años sin días
rugiente esplendor que cárcel vendría,
huraño observarme distante me harían,
caricias sin venas, palmas nunca equivaldrían.

Ya todo es real, murió la mentira, 
temblando me quedo, hacia un camino incierto,
recorrido ya está, no fue solo un sueño,
quien  argüía  en mi mente, nutrida en silencio...
(...)

Alberto Bastidas