La Noche ...

Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos...

el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
 enciéndeme las manos,
 
ahóndame la vida
 con la dádiva dulce que te pido.
Dame la luz sombría, apasionada y firme 
de esos cielos lejanos, 
la armonía
 de esos mundos sellados, 
dame el límite mudo, 
el detenido
 contorno de esas lunas de sombra, 
su contenido canto.

Tú, el negado, da todo, 

tú, el poderoso, 
pide,
 tú, el silencioso, 
dame la dádiva dulcísima 
de esa miel inmediata
... y sin sentido.

Idea Vilariño