El olvido...

*
Cuando una boca suave dormida besa
, 
como muriendo entonces,
 a veces, cuando llega más allá de los labios
 
y los párpados caen colmados de deseo, 
tan silenciosamente 
como consiente el aire,
  la piel con su sedosa tibieza pide noches, 

y la boca besada
 en su inefable goce
.. pide noches, también.


Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
 noches largas, suntuosas, 
cruzadas de palomas, 
en un aire hecho manos, amor, 
ternura dada,
 noches como navíos...


Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
 sabe, demasiado, sin tregua, 
y ve que ahora 
el mundo le deviene un milagro lejano que le abren los labios 
aún hondos estíos, 
que su conciencia abdica,
 que está por fin él mismo
 olvidado en el beso, 
y un viento apasionado le desnuda las sienes, 

es entonces, al beso, que descienden los párpados 
y se estremece el aire 
con un dejo de vida,
 y se estremece aún 
lo que no es aire, 
el haz ardiente del cabello, 
el terciopelo ahora de la voz.

 Y, 
a veces, 

la ilusión ya poblada de muertes en suspenso...

Idea Vilariño