Es sencilla mi ropa,
pobre mi hogar.
¡Soy una isleña
de islas remotas!
¡Nadie me hace falta!
si entras -pierdo el sueño.
Por calentarle la cena a un extraño
quemaría mi casa.
Si me miras -ya nos conocemos,
si entras;
¡quédate a vivir!
Es sencillo nuestro fuero,
está escrito en la sangre.
En la palma de la mano tendremos
la luna, si nos place.
Si te vas - es como si no existieras
... y como si tampoco yo existiera.
Marina Tsvetáieva