Se Adormece una Rosa ...


*
Como sobre una tapia se adormece una rosa,

yo quisiera tu grave cabecita en mi hombro,

espontánea, caída, comprensiva, mimosa,

sin un soplo de miedo, ni una brizna de asombro.
Y contemplarte luego, a la luz de una estrella,
interminablemente, de la frente a la boca,
 
como contempla el agua, inclinada sobre ella
... la frente taciturna y eterna de una roca.

Baldomero Fernández Moreno