La vainilla; el espliego; el verdín; la canela.
A veces un aroma delgado como de agua, como de nube o lluvia;
a veces un violento perfume que recuerda la piel de una gacela,
el sudor y la sangre de un animal en celo.
Pero siempre,
al final,
la vainilla,
... el espliego.
Josefa Parra
Fotografía de Svetlana Belyaeva
Fotografía de Svetlana Belyaeva