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Escóndeme, que el mundo no me adivine.
Escóndeme como el tronco su resina, y que yo te perfume en la sombra
como la gota de goma, y que te suavice con ella,
y los demás no sepan de dónde viene tu dulzura...
Soy fea sin ti, como las cosas desarraigadas de su sitio;
como las raíces abandonadas sobre el suelo.
¿Por qué no soy pequeña como la almendra en el hueso cerrado?
¡Bébeme!
Hazme una gota de tu sangre y subiré a tu mejilla,
y estaré en ella como la pinta vivísima en la hoja de la Vid.
Vuélveme tu suspiro, y subiré y bajaré de tu pecho,
me enredaré en tu corazón, saldré al aire para volver a entrar.
Y estaré en este juego
.. toda la vida.
Gabriela Mistral
Fotografía: The judgment
Por: Patrick Odorizzi