*
En cinco minutos te habrás ido,
ahora que la vida es un torrente y tantas cosas quedan por decir.
Llueve.
Llueve dentro de nuestro hogar y no puedo recorrer la ciudad sin ti,
ahora que ofrezco mis venas para que inyectes tanto amor como desees.
Importan miradas, pactos, una señal...
Y compartir ilusiones,
ahora que todo se cumple inexorable,
ahora que abres la puerta, me abrazas,
derrotas el tiempo y quiebras la noche.
© Felipe Sérvulo