Mañanas Abandonadas

Te echo de menos 
cuando los pájaros picotean una vieja llaga
…y me entristezco.
Te echo de menos 
entre el murmullo de las hojas de otoño y la suave lluvia.
Te echo de menos cuando una bandada de mariposas,
 aburridas, huye de mis manos.
(...)
-Te echo de menos 
cuando se juntan las mañanas abandonadas en mi lecho.
Te necesito brisa cálida, para que hagas llover. 

Te echo de menos
cuando la noche cree en las calumnias de la noche
y abandona mi terraza.
Cuando el corazón se convierte en buzón de cartas que nunca llegan.
Te echo de menos
cuando se disuelve el silencio 
en su soledad, la habitación se pudre.
Te echo de menos cuando la pérdida 
se convierte en la eterna canción
... de una vida diminuta.

Aïcha Bassry
Traducción: Abdellatif Zenan