Mujer ...

*
¡Cuán vanamente, 
cuán ligeramente 
me llamaron poetas, flor, perfume!...

Flor, no; florezco.
 Exhalo sin mudarme. 

Me entregan la simiente; doy el fruto. 
El agua corre en mí; no soy el agua. 

Árboles de la orilla; dulcemente 
los acojo y reflejo; no soy árbol. 


Ave que vuela, no; seguro nido.
Cauce propicio, cálido camino 
para el fluir eterno de la especie...

Ángela Figuera Aymerich