Amor

*
¡Qué profundo es mi sueño!
¡Qué profundo y qué claro, qué transparente es, ahora, el universo!
Si pensando en ti, siempre, si, soñando contigo, me desvelo,
y te miro por dentro, con mis ojos, 
si te miro por dentro, veo la oscura entrada de mi vida,
tu sorda luz de fuego, y ya no sé si a ti te estoy mirando,
o si contemplo el cielo; el último transfondo del poniente,
sin nubes y sin velos, más arriba de todas las estrellas,
donde está Dios, despierto, o el inicial trasfondo de la noche,
donde estás tú, durmiendo.

Y yo sobre la tierra, oscurecido por tanta luz, 
yo, ciego, soñando en Dios, soñando en ti, 
soñando lo mucho que te quiero.

Vicente Gaos