Almuñécar

*
Durante un anochecer en esta playa,
 te amé tanto que una respiración para los dos bastaba.
Suspendieron el mar, para mirarnos,
su armonioso escalofrío, y su unánime vuelo de gaviotas.
Se divertía el agua, sonrosada, como si fuera a amanecer,
y se posó el silencio sobre el aire lo mismo que un jilguero en una rama.
No existía para el amor futuro ni pretérito;
todo era, eterno instante...

Antonio Cala
(extracto)