Condena

*
A trabajos forzados me condena el corazón, 
del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe, 
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.

Que ningún juez declare mi inocencia, porque, 
en este proceso a largo plazo, buscaré solamente
...  la sentencia a cadena perpetua de tu abrazo.

Antonio Cala



Fotografía de Svetlana Belyaeva