Maitines

*
Callad, amantes, y ocupad el labio con el beso.  
No pronunciéis palabras vanas mientras 
se busca vuestro corazón en otro pecho, 
jadeante y pobre como el vuestro,
ya al filo de la aurora.

Cuando te poseí por vez primera
tocaban a maitines en el Convento de las Mercedarias.
La tiniebla del aire estremecieron repentinos palomos alterados.

Titubeante el alma sonreía,
 sin comprender por qué, 
en torno a tu cintura.

Y luego, hasta la alcoba recién inaugurada,
fueron entrando laúdes y alabanzas 
que mi alma repetía con orgullo 
suavemente en tu oído.

- Callad amantes y ocupad el labio con el beso.

Antonio Cala



Fotografía: Giving Back
Por:  Ronny Garcia